No es un fenmeno nada nuevo que se haga cargo de la educacin de los hijos uno solo de los padres. La proporcin de madres o padres solos con hijos se mantuvo relativamente constante hasta los aos cincuenta; ha sido en estos ltimos aos cuando comenz a aumentar ligeramente, aunque es bien cierto que la composicin de este grupo ha cambiado radicalmente cfr. Ta- bla 5. Hasta entrados ya los aos sesenta, uno de los casos ms frecuentes en este aspecto era el de las viudas de guerra, que deban hacer frente al doble destino de estar solas y hacerse cargo tambin solas de la educacin de los hijos.
A partir de aqu, cada vez son ms los casos de madres solteras, de matrimonios divorciados o que viven separados, en los que una de las partes ha dado el paso de la separacin por el deseo de responsabilizarse autnomamente de su propia vida y de su felici- dad personal. Al igual que en todas las sociedades modernas, este derecho a la au- torrealizacin se concreta tambin en la Repblica Federal, en exigencias subjeti- vamente legtimas que propicie un marco de condiciones sociales de seguridad que hagan soportables sobre todo para los nios afectados las consecuencias de la separacin familiar.
En general, puede decirse que el cambio estructural operado en la familia lle- va consigo una prdida de su funcin que consecuentemente requiere una com- pensacin institucional. Hay que aclarar, en este sentido, que la actual oferta de asistencia escolar para todo el da no se ajusta en absoluto a las necesidades.
En Baviera, por ejemplo, slo un 50 por escaso de nios son atendidos durante todo el da en jardines de infancia o parvularios; en Renania del Norte-Westfalia hay plazas escolares de todo el da para apenas el 1 por de los alumnos de grado primario. La escasez de centros de jornada completa que hasta el presente no ha sido posible cuantificar con toda exactitud se palia frecuentemente a nivel preescolar con el recurso al cuidado privado de los nios aunque en parte sub- vencionado pblicamente a cargo de las denominadas madres de da o en guar- deras y parvularios organizados por propia iniciativa de los padres.
El hecho mis- mo de que no dispongamos en la Repblica Federal de datos fiables sobre la ofer- ta de plazas de da completo en estos tres niveles: jardn de infancia, preescolar y escuela primaria, es prueba suficiente ya de la poca atencin que se viene conce- diendo hasta ahora a este problema.
La verdad, sin embargo, est en que las dificultades no se reducen slo a la fal- ta de voluntad poltica de dedicar ms medios para cuidar durante todo el da a los nios en edad tanto preescolar como escolar, bastante ms que la falta de re- cursos pesan en esta cuestin ciertos prejuicios generalmente extendidos, cuya rectificacin slo puede venir por un cambio de mentalidad de los afectados.
Lo que realmente falta no son experiencias particulares aprovechables, sino ms bien una evaluacin sistemtica de las mismas, partiendo de la cual pueda desarrollarse una gua de criterios prcticos tanto para los responsables en este terreno asisten- cial corno para los propios padres, pues es evidente que toda ampliacin de las ta- reas institucionales exige tambin un cambio en lo que atae a la tradicional auto- comprensin y a la actuacin de los correspondientes especialistas.
Otros pases han adoptado institucional- mente distintas expectativas en cuanto al comportamiento del profesorado; en Gran Bretaa o en los EE. En Alemania, en cambio, la escuela de media jornada no cuenta con una tradicin demasiado larga, dado que su creacin data del siglo actual, habindose introducido como consecuencia de la creciente movilidad laboral de la moderna sociedad industrial, aunque tambin se base en la confianza puesta en la capacidad de funcionamiento de la familia de corte tradicional que soporta estas nuevas condiiones y, no en poca medida, por exigencia de los propios maestros.
Y habida cuenta del cambio ocurrido en la estructura familiar, las posibilidades de cuidar de los nios resultan cierta- mente problemticas, as es que estas nuevas situaciones exigen tambin nuevas soluciones, a las que nadie puede sustraerse.
Es un hecho innegable que, en los aos sesenta, resultaba difcil rectificar a pos- teriori losestudios iniciados o el grado alcanzado al terminar la escuela, por ms que se hubieran creado formas de perfeccionamiento a nivel medio-secundario y centros de formacin subsidiaria con el fin de facilitar tales enmiendas.
Si a efec- tos de describir la movilidad de una determinada promocin escolar se toma como base la parte proporcional de escolares que han cambiado de tipo de escue- la, resulta que, todava a fi nales de la dcada de los sesenta, la apertura de la es- cuela secundaria era, en efecto, realmente escasa, pues la tasa de movilidad estaba por debajo del 10 por con una evidente sobrecarga de los casos de descenso a un grado inferior.
A este indicador se recurre todava hoy para demostrar el bajo grado de per- meabilidad del sistema: supuesta una escasa diferenciacin interna de los estudios escolares, a la vez que una conexin directa de stos con determinados certifica- dos como ocurra en los aos sesenta, cabe aceptar sin ms el cambio de tipo de escuela dentro del primer grado secundario como magnitud para medir la apertura del sistema.
Sin embargo, su utilizacin se hace problemtica cuando los distintos tramos educativos muestran una similitud curricular y, a la vez, una dife- renciacin interna entre s, de manera que los correspondientes certificados y con- diciones de acceso ya no estn directamente ligados a un tipo determinado de es- cuela. Aparte de que este indicador no da cumplida cuenta de la apertura que re- presenta la ampliacin de los tramos educativos posibles en el segundo grado se- cundario, que otorgan no slo el certificado de Bachillerato sino tambin el de.
Nos encontramos, pues, con una serie de vas tendencialmente pa- ralelas que, ciertamente, se distinguen en funcin de su acento principal y de su ci- clo temporal, pero que no se hallan vinculadas directamente a la jerarqua tradi- cional de grados escolares. Cuando se produce un crecimiento en la eleccin de estas vas, la magnitud del cambio de tipo de escuela no slo lleva a infravalorar el grado de movilidad real, sino que pierde todo su valor como indicador, ya que en tal caso puede aumentar la estabilidad de los distintos tipos de escuelas y, a la vez, la apertura del sistema.
Exactamente esto es lo que ha ocurrido. Como no disponemos de datos sobre el desarrollo, en este sentido, del sistema escolar de la Repblica Federal, slo podemos calcular la frecuencia del acceso de un tipo de escuela a otro contrastando eventualmente por ciclos cronolgicos convenientemente fijados el nmero de graduados con el contingente de alum- nos en cada uno de dichos tipos. Calculando con toda precaucin, hay que partir de que, en la segunda mitad de los aos ochenta, un 35 por aproximado de los graduados de la Hauptschule mejoraron su graduacin escolar, bien asistiendo a un dcimo curso en esa escuela o bien adquiriendo posteriormente, ya en el mbito de la escuela de formacin profesional, el certificado de la Realschule u otro certifi- cado equivalente.
En los Estados federados donde se ofrece la posibilidad de con- seguir adems el certificado de la Realschule en la escuela elemental, se registra un nmero cada vez ms alto de escolares que se inscriben en ella. En Renania del Norte-Westfalia, ms del 35 por de los escolares que han cursado con xito la Hauptschule salen de sta con el certificado de primer grado secundario. En la Baja Sajonia son un 20 por y en Berln un 8 por cifra muy respetable si se tie- ne en cuenta que en esta ciudad asiste a la escuela elemental menos del 10 por de cada promocin.
Una tendencia similar se puede constatar, igualmente, en los graduados del primer ciclo secundario. Entre un 25 por y un 30 por de los escolares sali- dos de la Realschule continan su instruccin escolar con el propsito de hacer el Ba- chillerato completo. Cerca del 7 por de los mismos pasan directamente al grado superior gimnasia! En estos clculos de movili- dad no se han tenido en cuenta las graduaciones obtenidas en centros de la va subsidiaria de formacin Zweiter Bildungsweg.
El sistema escolar de triple articulacin se ha hecho bastante ms abierto en el transcurso de los ltimos treinta aos, sin que por ello se hubiera alterado sensi- blemente el grado de permeabilidad entre los distintos tipos de escuelas del pri- mer grado secundario. Ms bien ha disminuido la selectividad interna de las es- cuelas secundarias, al tiempo que se ha reforzado su estabilidad.
Pese a todo lo expuesto, no se puede pasar por alto que, no obstante los es- fuerzos realizados para evitarlo, en la carrera por conseguir graduaciones ms ele- vadas siempre hay perdedores. Entre stos se encuentran, en primer lugar, los alumnos que tras el perodo de escolaridad obligatoria abandonan la escuela sin el certificado correspondiente. El ndice de fracaso escolar entre los jvenes de diecisis aos alcanzaba toda- va en algo ms del 17 por ; desde entonces se ha reducido en casi la mi- tad cfr.
Aunque no resulta nada fcil sealar cules han sido concreta- mente las causas de esta mejora en el rendimiento escolar, es de suponer que, en parte, ha sido consecuencia de una serie de medidas pedaggicas, pero en no poco se debe, tambin, al cambio operado en la prctica selectiva de la Haupschule, donde la proporcin de fracasos, pese a haber descendido la asistencia escolar re- lativa registrada en ella, pas de un 20 por en a tan slo un 9 por en Como consecuencia de estos porcentajes, ha disminuido considerablemente la tasa de fracasos referida a la correspondiente promocin escolar.
Conviene, sin embargo, destacar que algo ms del 7 por de cada promo- cin abandona todos los aos la escuela de enseanza general sin haber obtenido el correspondiente certificado.
Estos jvenes tienen dificultades muy serias para encontrar un puesto de aprendizaje en las empresas reconocidas oficialmente al efecto, de modo que, por regla general, su vida laboral se ver afectada negativa- mente por el fracaso escolar. Esto fue lo ocurrido sobre todo durante la crisis de puestos de aprendizaje de los aos setenta y ochenta, motivada por el fuerte des- arrollo demogrfico de entonces.
Los datos del microcenso confirman que alrede- dor de un 15 por de las promociones de alta densidad demogrfica de los aos setenta hasta se qued sin el certificado de cualificacin profesional. Muy probablemente se trataba, en su mayora, de jvenes que no haban alcanza- do el grado de enseanza general. Fuente: Ministerio Federal de Educacin y Ciencia.
Los esfuerzos de la Hauptschule por contrarrestar el fracaso escolar se han centrado hasta ahora en la diferenciacin y, eventualmente, disminucin del ni-. A juzgar por las estadsticas sobre la obtencin del certificado final, parece que estas medidas no han dejado de dar resultado; as y todo, hay que preguntarse si basta con estos intentos de solu- cin. Existen razones para suponer que la escuela sobre todo si se aferra en mantener el grado de especializacin y academizacin que ha tenido hasta aho- ra slo est relativamente, e incluso muy poco, en condiciones de preparar a una cierta parte de los jvenes para su acceso a la vida laboral.
Da la impresin de que, precisamente por su distancia estructuralmente condicionada respecto de la vida prctica y de la actividad profesional, no consigue adaptarse a las nece- sidades de ese grupo, de modo que contina siendo muy probable su fracaso es- colar. La integracin en la sociedad de estas vctimas de la modernizacin es tarea propia de una poltica social responsable, a cuya realizacin slo puede contribuir la escuela de manera limitada.
El desafo que plantea el desarrollo progresivo de este problema es inmenso: segn clculos de lo ms realista, en el ao habr ms de dos millones de personas menores de cuarenta aos sin ningn tipo de formacin profesional. Un tema importante para la reforma educativa fue la situacin de inferiori- dad de condiciones en que se encontraban las jvenes en el sistema escolar se- lectivo de la Repblica Federal.
El bajo ndice de representacin del sexo feme- nino en el Gymnasium era un ejemplo; otro, su posicin desventajosa en el mbi- to de la formacin profesional, pero a partir de la fase de expansin educativa se ha subsanado dicha situacin dentro del sistema de enseanza general.
Y has- ta tal punto se ha logrado, que las chicas predominan, ligeramente, no slo en la Realschule su feudo tradicional, sino, incluso, en el Gymnasium. Un ndice ms equilibrado de representacin se viene registrando tambin en las escuelas ex- clusivamente profesionales.
Con esto, sin embargo, no se ha eliminado la inferioridad de condiciones de las mujeres en el campo de la educacin, sino que, simplemente, la barrera selectiva se ha trasladado al mbito de los estudios universitarios y de la formacin profe- sional. La proporcin de hombres de dieciocho aos todava en perodo de educa- cin escolar ascenda, a mediados de la pasada dcada, a alrededor de un 80 por ; la de las mujeres alcanzaba apenas un 69 por Por lo que se deduce de es- tos datos, las chicas no pueden mantener la ventaja numrica que traen de la for- macin exclusivamente escolar cuando pasan a la formacin profesional.
El alum- nado de sexo masculino tiene una presencia ms considerable en los estudios es- colares ms largos y de mayor cualificacin. A raz de la expansin educativa se consigui reducir estas disparidades, pero no eliminarlas del todo; esto mismo vale en lo referente al ingreso en la Universidad. Hasta , las mujeres se bene- ficiaron ms que los hombres de la expansin de los estudios universitarios, de manera que se redujo, un tanto, su desventaja, pero a partir de , se ha produ-.
Parece que las malas perspectivas profesionales que ofrecen las carreras tpicamente femeninas magisterio, por ejemplo hacen que las mujeres se retraigan ms que los hombres de iniciar tales estudios. En los ltimos aos se ha producido un cambio de rumbo en la opinin so- bre las condiciones desfavorables en que se encuentran las mujeres en el mbito de la educacin. Los chicos y las chicas empiezan ya muy pronto a distinguirse entre s en su comportamiento educativo. No resulta difcil demostrar la existen- cia de un desarrollo de intereses y de diferentes perfiles de rendimiento especfi- cos de cada sexo las chicas tienen su punto fuerte en el mbito lingstico, los chicos en el de las matemticas y ciencias naturales.
Este desigual comporta- miento educativo particularmente en la eleccin de los cursos, segn ren- dimiento, en el segundo ciclo de la enseanza media y en la de la especialidad ha provocado la crtica del sistema de educacin mixta en la Repblica Federal, con el argumento de que, a pesar de su principio programtico de la igualdad de oportunidades, no deja de perjudicar al alumnado de sexo femenino.
Chicos y chicas no llevan a cabo tampoco las mismas experiencias en los centros de en- seanza. Son experiencias que, en parte, refuerzan estereotipos habitualmente aplicados a los distintos sexos, pero, en parte, parece que tambin los contradi- cen.
Tampoco es cosa fcil determinar el papel que en esto juega la coeduca- cin: hay al respecto ciertas investigaciones anglosajonas, en las que se compa- ran los rendimientos y las actitudes de nios y nias en escuelas mixtas y en es- cuelas con separacin de sexos; en ellas se constata, como tnica general, una superioridad de las escuelas de nias.
Sin embargo, en estas comparaciones des- criptivas no se ha tenido en cuenta que, sobre todo los padres ms tradicionales y que ms insisten en el rendimiento, tienden a enviar a sus hijas a escuelas fe- meninas siempre que tienen ocasin. Por esta razn, el alumnado de dichas es- cuelas se distingue frecuentemente ya por las propias condiciones de ingreso. Cuando se incorpora a estos anlisis comparativos, como factor de control, la se- lectividad de ingreso de los dos tipos de escuelas, suelen disminuir claramente las supuestas ventajas de la separacin de sexos.
Con referencia a la Repblica Federal, sabemos por un estudio representativo sobre escolares de bachillerato que, efectivamente, el respectivo inters de los chicos y de las chicas por deter- minadas materias difiere mucho ms entre s en las clases mixtas que en las se- paradas por sexos; en cuanto al sistema de coeducacin los chicos mejoran su rendimiento general y las chicas el suyo precisamente en matemticas.
Las re- percusiones de la forma de organizacin escolar son, sin embargo, siempre me- nos sensibles que las derivadas con toda certeza de la diferencia de sexo. Si se observa a lo largo de varias generaciones el nivel de participacin educa- tiva especfico de las distintas capas sociales, se aprecia con toda claridad que ha me- jorado la situacin en el terreno de la enseanza escolar. No obstante, desde ha habido muy pocos cambios en la estructura de la desigualdad.
Todas las capas sociales se han beneficiado de forma parecida de la expansin educativa: las opor- tunidades de obtener una graduacin ms alta han aumentado sin ningn gnero de dudas, pero el reparto proporcional de dichas oportunidades entre las capas so- ciales se ha mantenido prcticamente constante. De los datos del microcenso se infiere que, entre y , los hijos de trabajadores alcanzaron una ligera me.
Pero de cualquier forma, las diferencias registradas en las cuotas de participacin por ca- pas sociales se han mantenido igual de altas: slo un 11 por aproximado de hijos de trabajadores acceden al Gymnasium, mientras que los hijos de funcionarios pblicos llegan a un 53 por Cabe sealar, por ltimo, que las disparidades so- ciales referidas al ingreso en la Universidad vuelven a aumentar ligeramente des- de hace algunos aos.
De los rasgos caractersticos de la expansin educativa son ms la sensible inci- dencia sobre el nivel es decir, una mayor participacin de todas las capas sociales en los ciclos de enseanza secundaria , que los efectos estructurales en el sentido de que se mantiene un alto grado de estabilidad en las disparidades sociales. No obstante, nunca se destacar lo suficiente la importancia que ha tenido la eleva- cin del nivel educativo. Dado que las capas sociales ms bajas tienen un peso mu- cho mayor que las dems, una mejora igual para todos de las oportunidades de participacin repercute de forma proporcionalmente superior sobre la estructura social de los centros de enseanza media y de las promociones que pasan por ellos.
Este proceso de aleacin social ha basado por s mismo para debilitar los mecanismos de autorreclutamiento de las posiciones sociales ms elevadas; por otra parte, un efecto secundario de este desarrollo ha sido la intensificacin de la competencia y adelantarse sta a una fase ms temprana. Uno de los mayores retos a los que ha tenido que hacer frente el sistema esco- lar durante los pasados treinta arios ha sido la inmigracin de escolares earanje- ros, cuya fase ms intensa se inici en los aos setenta.
Entre y creci la proporcin de alumnos extranjeros en las escuelas primarias y en las elementales secundarias de un 2 por a un 14 por Pero estos valores medios slo ca- racterizan la situacin real de manera muy imprecisa, porque tras ellos se escon- den enormes diferencias locales y regionales en lo tocante a la escolarizacin de los hijos de los emigrantes.
Un estudio realizado en en seis Estados federados revela que en cerca de la mitad de las escuelas no selectivas haba menos de un 10 por de extranjeros, y en las dos cuartas partes restantes entre un 10 y un 25 por , respectivamente, entre un 25 por y ms de un 50 por A raz de la limitacin del reagrupamiento familiar medida que dio lugar a una fuerte controversia poltica la situacin se ha estabilizado; de otro lado, a medida que han ido creciendo los nios extranjeros que ya vivan en la Repblica Federal durante su edad preescolar, se va perfilando cada vez ms concretamente lo que podra llamarse la nueva normalidad de una escuela multitnica.
Por lo que respecta al acceso a las escuelas secundarias, interesa destacar que en las zo- nas con un alto ndice de extranjeros se ha producido una especie de efecto corredera, que acelera el desplazamiento de los escolares alemanes hacia la Reals- chule y el Gymnasium.
Hoy por hoy no se puede prever todava si se mantendr este efecto, pues el comportamiento educativo de los escolares extranjeros parece. Los directores de Realschulen entretanto, ven en la afluencia de escolares extranjeros un factor de estabilizacin del rendimiento. El desarrollo que se observa en Berln puede interpretarse como anticipo de un proceso de ho- mogeneizacin que, de contar con un marco de condiciones igual de favorables, acabar producindose tambin en otros lugares.
Curso Escuela Realschule Instituto de Escuela escolar Elemental Bachillerato Integrada 81 46,6 15,6 15,0 22,8 82 43,8 16,4 15,2 24,6 39,9 15,9 16,0 28,1 34,7 18,7 16,4 30,2 30,7 19,1 19,5 30,7 26,8 20,1 21,4 31,6 26,5 21,4 21,8 30,2 88 25,8 19,7 24,3 30,3 89 24,8 21,1 25,3 28,8.
Fuente: Senador de Educacin. Pero este desarrollo no puede interpretarse errneamente como prueba de una integracin libre de conflictos. Es muy probable que el mantenimiento de la identidad religiosa y cultural no llegue a convertirse en un problema realmente serio hasta que, tambin por influjo de la educacin, no crezca ms la autocon- ciencia de una minora.
Aparte de esto, hay que poner lmites bien definidos a todo tipo de generalizaciones. Cabe, pues, presumir que el modelo de integracin que suele proponerse no valga ms que para un mercado cerrado, en el que los trabajadores extranjeros han de hacerse a la idea de permanecer por largo tiempo en la Repblica Federal, puesto que el retorno a sus pases de origen excluye toda oportunidad de volver nuevamente aqu.
La reforma educativa iniciada en los aos sesenta no signific solamente un cambio y un desarrollo de la estructura institucional del sistema educativo, sino. Esto supuso la eliminacin de la anttesis entre la reforma escolar interna y la externa, que hasta entonces se venan barajan- do como dos alternativas distintas, imponindose el criterio de que entre los fines educativos y la organizacin de procesos educativos no se puede establecer una re- lacin arbitraria, sino que han de ser planificados en estra conexin mutua.
Y de hecho, las reformas institucionales como la ampliacin del perodo de escola- ridad obligatoria a diez aos, la introduccin del ciclo de orientacin y de la escue- la integrada, as como la reforma del grado superior del Bachillerato estuvieron siempre acompaadas por importantes cambios curriculares: se reform el canon de asignaturas, se revisaron los fines educativos, se corrigieron y modernizaron los planes de estudios, se redactaron nuevos libros de texto y se experimentaron dife- rentes vas de transmisin de contenidos.
A finales de los aos sesenta se inici en la Repblica Federal una amplia e in- tensa discusin sobre la reforma curricular con una crtica radical de los progra- mas tradicionales de educacin tal como haban quedado fijados en los anticua- dos Planes de enseanza de los distintos Estados federados y con la elaboracin de un extenso catlogo de iniciativas de reforma. En este orden de cosas ejerci un fuerte impacto una pequea obra publicada por Saul B. Robinsohn en bajo el ttulo de Bildungsreform als Revision des Curriculum.
Robinsohn desarrollaba en l un plan de radical renovacin de todo el programa educativo. Su planteamiento no se centraba en torno a asignaturas y contenidos particulares, sino ms bien en torno a la cuestin de qu tipo de cualificaciones globales, por encima de las dis- tintas asignaturas, deba impartir la escuela a los educandos.
Slo despus de ave- riguar estas exigencias de cualificacin se deba proceder, en un segundo paso, a adscribirlas a mbitos de aprendizaje con un contenido concreto, siendo necesario, en tal caso, replantear todo el esquema tradicional de asignaturas. Este corwepto fue modificado a fondo por otra escuela acadmica, representada principalmente por Herwig Blankertz. Segn sta, haba que dar ms importancia a la parcela- cin en reas especficas de materias como factor de orden, y todo ello sin perder de vista la significacin de cara a la vida prctica de los contenidos educativos ele- gidos.
Las ideas de ambas escuelas han influido en la reforma curricular de dos maneras: directamente, en lo que atae a la revisin de los planes de estudios; in- directamente, pero de modo ms duradero, por sus repercusiones en la formacin del profesorado.
Una medida importante y eficaz a largo plazo en este proceso fue el desarrollo de la didctica de las asignaturas en las Universidades, que se realiz desde has- ta La metodologa didctica pas a formar parte en este tiempo de las dis- tintas especialidades como un rea con entidad propia, influyendo sensiblemente a travs de publicaciones y de la formacin del profesorado en las reformas curri- culares.
El impacto de estas reorientaciones didcticas sobre algunas asignaturas si bien un tanto distorsionado debido principalmente a las controversias poltico- escolares es bien conocido del gran pblico por ejemplo, en las asignaturas de poltica, idioma, ciencias del trabajo o matemticas.
En el caso de otras asignatu- ras, su inclusin en los planes de estudios, libros de texto y materiales didcticos. Donde ms influencia ha ejercido el desarrollo de las metodologas didcti- cas de las distintas disciplinas ha sido en la reestructuracin curricular de la Hauptschule. En este tipo de escuela por lo menos a nivel de su concepcin y de su oferta, dado que su grado de realizacin es ms difcil de juzgar se llev a cabo una reorientacin de reas de enseanza, configuradas hasta entonces se- gn el tradicional modelo de informacin sobre Kunde , que cristaliz en una enseanza de rasgo cientfico y tcnicamente especfica.
El lugar de la antigua Kunde de la naturaleza vino a ocuparlo asignaturas entroncadas con disciplinas cientficas, como fsica, qumica y biologa; ocup el puesto del conocimiento descriptivo del mundo y de la propia regin, asignaturas con una base cientfica, como historia, geografa y poltica. Durante algn tiempo, la orientacin de la reforma curricular, siguiendo la es- tructura de las disciplinas cientficas, se tradujo en todos los tipos de escuelas en una sensible aproximacin de los contenidos, en el sentido de la adopcin de una comn perspectiva cientfica.
Esto vale de manera especial para la enseanza de las matemticas, para las ciencias naturales y para todas aquellas asignaturas refe- ridas a disciplinas cientfico-sociales. En las asignaturas lingsticas, como alemn e ingls, se dio una tendencia no circunscrita a un tipo de escuela en particular, sino que influy a todos por igual, para con el fin de utilizar ms intensamente en las clases textos y formas de comunicacin coloquiales.
Los nuevos enfoques curriculares encontraron oportunidades muy favora- bles para abrirse paso all donde las reformas en la organizacin de la escuela requeran, simultneamente, formas y contenidos de aprendizaje, tambin nue- vos, como ocurri con motivo de la introduccin de la escuela integrada, del ci- clo de orientacin, o de la reforma del grado superior de la escuela secundaria. Estas circunstancias obligaron a confeccionar nuevos planes de estudios en todos los Estad.
Los libros de tex- to en uso, de los que hasta entonces se venan haciendo ediciones muy amplias, con mnimos cambios de unas a otras, se sustituyeron por otros nuevos o, por lo menos, revisados a fondo. A la vista de todos estos desarrollos, puede decirse muy atinadamente que, en relacin con los intentos de reforma educativa, se ha producido tambin una revi- sin del currculo de la escuela alemana en su conjunto aunque no en el sentido de una nueva creacin de todo el programa educativo, sino en el de una mejora paulatina y en mltiples puntos naturalmente con sus altibajos y discontinuida- des de las correspondientes metodologas didcticas, de los planes de estudio, de los libros de texto y, por ltimo, en la forma de impartir las clases.
Pero lo que ha ocurrido es algo muy distinto de una suma de cambios parciales en las respectivas disciplinas: por obra de las reformas curriculares puestas en prctica a finales de los aos sesenta y comienzo de los setenta, se consigui superar en. A decir verdad, resulta que, el postulado de una educacin bsica, de alto ni- vel cognitivo y comn para todos los miembros de una sociedad superindustria- lizada, cada vez ms abierta internacionalmente, no slo no se ha realizado toda- va plenamente a estas alturas de la dcada de los noventa, sino que ni siquiera ha podido especificarse en su contenido, de modo que, lgicamente, sigue en marcha toda una serie de procesos de revisin y modernizacin curriculares.
Una apuesta por el cambio. Studium zum Lehramt an Haupt- und Realschulen. Studium zum Lehramt an Gymnasien. Studium zum Lehramt an berufsbildenden Schulen. How do they train teachers in Secondary Education in Germany? Ana Lupita Chaves Salas lupitachaves gmail. Universidad de Costa Rica , Costa Rica. Ambas instituciones, estatal y federales, deben perseguir objetivos comunes. En algunas zonas del oeste de Alemania, no hay suficientes plazas para cubrir la demanda.
En algunas regiones de Alemania, hay otro tipo de colegios denominados Gesamtschule. Preparan a los alumnos para los estudios universitarios. En total, existen Related Papers VI. Discursos normativos y propuestas institucionales By Guillermo R Ruiz. Y al culminar la Secundaria, hacen frente a un segundo examen oficial que les deriva a estudios universitarios o vocacionales.
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